Las exportaciones de los países del G20 crecieron un 8 % entre enero y marzo respecto al último trimestre del año, alcanzando los US$ 4,02 billones, mientras que las importaciones incrementaron un 8,1 %, llegando a los 3,97 billones, según informó la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
El comercio exterior de los miembros del G20 alcanzó niveles récord en dólares durante el primer trimestre del año. Esto se debe al triple efecto de la recuperación económica, la devaluación de la divisa estadounidense y el alza de los precios de materias primas como el petróleo, los productos agrícolas y de varios metales.
Las exportaciones de los países del G20 crecieron un 8 % entre enero y marzo respecto al último trimestre del año, alcanzando los US$ 4,02 billones, mientras que las importaciones incrementaron un 8,1 %, llegando a los 3,97 billones, según informó la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Todos los miembros del grupo incrementaron sus ventas y sus compras en el exterior salvo el Reino Unido, cuyas exportaciones sufrieron un descenso del 5,7 % y las importaciones un 10,5 % en los tres primeros meses en que se hizo efectivo el Brexit.
La OCDE precisó que eso ocurrió después de los fuertes incrementos de intercambios que se habían producido en el cuarto trimestre de 2020, precisamente para constituir existencias y garantizar aprovisionamientos ante las incertidumbres sobre las consecuencias de su salida de la Unión Europea (UE).
Dejando aparte el caso particular del Reino Unido, el incremento del comercio exterior en dólares corrientes aparece parcialmente vinculado a la depreciación de esta moneda de referencia, que a su vez en parte está detrás del ascenso de otros precios.
La subida de precios de las materias primas en el primer trimestre fue particularmente marcada para el petróleo (se encareció casi un 35 %). Eso se tradujo en una notoria progresión de las exportaciones de grandes productores como Canadá (+10,8 %) y Rusia (+13,1 %).
También se encarecieron los productos agrícolas, y sobre todo los cereales y los aceites vegetales, con incrementos superiores al 10 %. Algo similar ocurrió con los metales, que han llegado a cotizaciones que no se daban desde 2011.
Las ventas de los productores de todas esas materias primas se dispararon: las de Argentina un 33,3 %; las de Australia un 17,5 %; las de Brasil un 14,7 %; las de Sudáfrica un 17,3 %.
El gran consumo de productos electrónicos por la pandemia ha generado una fortísima demanda de semiconductores a la que no han podido responder totalmente los fabricantes de semiconductores.
Eso ha conducido a problemas de aprovisionamiento, por ejemplo para la industria automovilística, que en muchos casos ha tenido que reducir sus ritmos de fabricación.
La ralentización en la comercialización de vehículos se ha hecho sentir en países que dependen mucho de ese sector. Así, las exportaciones francesas aumentaron únicamente un 2,7 % entre enero y marzo y las mexicanas un 0,4 %.
China, «número uno» mundial en el comercio exterior de mercancías, tuvo un significativo ascenso del 18,9 % de las exportaciones (de la mano en particular de los productos electrónicos) y del 19 % para las importaciones (sobre todo por los metales y minerales metálicos).
En el caso de la Unión Europea, sus ventas al exterior se incrementaron en un 3,8 %, mientras las compras registraron un alza del 5 %.
FUENTE: EFE
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