Mientras el resto de las economías en el mundo cerraron el año con contracciones debido a la pandemia por Covid-19, China experimentó un crecimiento de 2,3% en 2020, consiguiendo mantener su sostenida recuperación.

Datos recogidos por Prensa Latina del Buró Nacional de Estadísticas, el país logró ese auge tras cerrar el último trimestre del año con una expansión interanual de 6,5 puntos porcentuales en su Producto Interno Bruto (PIB), muy por encima del 4,9 % del período julio-septiembre.

También contribuyó la actividad mercantil, que concluyó con avance interanual de 1,9 % gracias al creciente dinamismo de las exportaciones tras controlar el virus.

COMERCIO EXTERIOR

El volumen total del Comercio Exterior fue de 32,15 billones de yuanes (US$ 4,96 billones) el año pasado, con un alza de cuatro puntos en los envíos de bienes, una baja de 0,7 en las importaciones y un incremento del superávit en 26,7, lo cual equivalió a 3,7 billones de yuanes (más de US$ 573 mil millones).

DESEMPLEO

La tasa de desempleo en las áreas urbanas se situó en 5,6 %, por debajo de la meta gubernamental de 6%, la producción industrial subió 7,1 puntos y la inversión en activos fijos aumentó 2,9.

Aunque de manera general los datos son positivos, el Buró advirtió sobre múltiples incertidumbres internas y externas por la persistencia de la Covid-19.

APUESTA 2021

Para 2021 la apuesta de China es implementar la llamada fórmula de “doble circulación”, enfocada en la autosuficiencia que prioriza al mercado interno, la innovación de productos y servicios de alta tecnología y la capacidad del consumo nacional.

Según los entendidos, esa táctica al mismo tiempo le valdría al país para convertirse en centro de referencia mundial en lo económico y tecnológico, con ventajas sobre competidores internacionales.

Pero no significaría abandonar los negocios con foráneos y más bien se espera continuar la apertura sin discriminación a empresas de aquellas naciones y zonas unidas a China mediante el proyecto de la Franja y la Ruta.

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