El principal punto positivo de los tratados de libre comercio entre Chile y el resto de América Latina es que son acuerdos entre economías mucho más similares que están en vías de crecimiento.
El problema de comerciar con países altamente desarrollados es que se genera una situación donde las principales exportaciones son materias primas o bienes primarios con poco valor agregado.
Por su parte, estos países venden bienes manufacturados de alta tecnología, por lo que se hace difícil para países como Chile desarrollar su propia industria e incorporar sectores de alto contenido de ciencia y tecnología.
Por eso, los tratados con países de la región son tan importantes, al ser economías con etapas muy similares en cuanto a desarrollo industrial, manufacturero, científico y tecnológico.
La consecuencia es que no se consolida un modelo primario exportador, sino que potencia el mucho o el poco desarrollo industrial que pueden tener los países de nuestra América.
En la actualidad, Chile tiene tratados de libre comercio con prácticamente todos los países de Sudamérica y de América Central y las estadísticas muestran que el comercio exterior con ellos es muy positivo.
Por ejemplo, Brasil es nuestro principal socio comercial en América Latina y el cuarto en todo el mundo. El gigante sudamericano recibe el 4% de los envíos nacionales globales y un 30% de las exportaciones a la región.
De hecho, la exportación de manufacturas hacia estas naciones es mayor, en términos relativos, que las exportaciones de los mismos bienes hacia el resto de los países con los cuales tenemos firmados tratados.
La siguiente fase para mejorar estos acuerdos hoy sería incorporar nuevos elementos tales como planes conjuntos de construcción de infraestructuras, así como unir los esfuerzos científicos y tecnológicos para dar impulso a la innovación.
Fuentes:
El Mostrador: https://bit.ly/3BM7cWz
Diario Financiero: https://bit.ly/3mIuLeh
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